Leche de Avena
Existe un sustento detrás de la decisión de haber disminuido el consumo de leche de vaca en casa. Lo cierto es que de los argumentos esgrimidos por quienes han comprobado que no es beneficiosa para el organismo humano, tanto a corto (genera mocos, alergías) como a largo plazo (cáncer), el razonamiento base que me convenció es el siguiente: la leche de la vaca es para el ternero.
Por eso decidí incursionar con las leches vegetales: almendras, castañas, avena. No quisiera convencer a todo el mundo de seguir este camino, pero sí los estimulo a investigar por su propia cuenta y, sobre todo, a ensayar nuevas alternativas.
Una de las recetas más fáciles, nutritivas y económicas, es la de la leche de avena. Puede ser consumida sola, en licuados, utilizada en las preparaciones de tortas, cookies, etc.
Es fácil:
Ingredientes
Agua
Avena
Sal, pizca
Colador de tela para leches vegetales
Así la preparo yo:
1-Dejo remojar la avena 3 horas. La proporción de avena-agua es 1:3. Por tanto, para 1 taza de avena, 3 tazas de agua. Si se quiere más líquida, agregar más agua (1:5)
2-Pongo a hervir la avena, con la pizca de sal. Una vez que rompe en hervor, bajo el fuego a bajo-medio y dejo cocinar durante 15-20’. Apago el fuego y dejo enfriar.
3-Cuelo la avena con un colador de tela, exprimiéndola bien (con mano) para extraer el líquido.
Para saborizar más, se le puede agregar también un toque de esencial natural de vainilla o canela.Guardar en un recipiente con tapa, en la heladera, por 3-4 días (no más).
¡Y voilá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario