Los olores y la memoria pareciera que son indisolubles, ¿no?
Uno piensa en la infancia y lo primero que aparecen son los olores. Comida en la casa de la abuela, tierra mojada después de la lluvia, los caramelos de limón, el olor a naftalina de los viejos roperos.
Pero no nos vayamos tan lejos en el tiempo.
Hablemos de olores. O mejor aún, de la falta de ellos.
Me gusta que la casa huela bien. No me gustan (por no decir que detesto) los clásicos desodorantes de ambiente. Además de ser tóxicos y sumamente nocivos para todos los que respiramos, en general tienen aromas horribles y duran nada.
Por todo lo dicho, siempre ando experimentando en eso de crear nuevos olores o mataolores.
El de hoy es tan fácil que hasta me genera cierta vergüenza explicarlo.
¿Qué necesitamos?
¿Cómo lo hacemos?
Ojo. Presten mucha atención.
Toman el envase plástico, vierten el bicarbonato de sodio (adentro del envase, claro) y le agregan 5 (o 10, depende de cuán fuerte les guste) gotas de Aceite Esencial (en este caso) de Menta. Sacuden un poco. Y listo.
Usé menta porque me gusta muchísimo para desodorizar la cocina y segundo y no por eso menos importante, porque funciona como repelente para las moscas. Sí, señor! Por eso me parece genial para ponerlo ahí, entre la vajilla.
Neutraliza los olores de la cocina, desodoriza fresco y además espanta moscas.
Más barato, saludable y eco friendly, IMPOSIBLE!
Háganlo, experimenten, cambien de Esencia, pero avisen!
Cuenten, cuenten y cuenten.
Qué bueno!!! Hurray, hurray! Me gusta mucho...Dudas, hay que dejarlo destapado en el cotenedor, no? Se puede usar como pulverizador?..Y por otro lado, con qué se podría aportar al Blog? una sección de DIY para el hogar?
ResponderEliminar:-)))
ResponderEliminarLo dejamos destapado!
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